top of page

Delante de un error, tradicionalmente, se han asociado palabras como “humillación”, “vergüenza” o “ignorante”, lo cual, conscientemente o inconscientemente promueve que se abandonen las ganas de arriesgar. Así pues, se puede sentir miedo a fracasar y a quedar en evidencia, es decir, esta concepción del error promueve el desarrollo de una mentalidad fija.

Aprender de los errores

false-2061131_960_720.png

Según Giráldez (2018) “En los últimos años, especialmente desde el ámbito de la psicología cognitiva, han sido muchos los investigadores que han llegado a la conclusión de que los errores nos ayudan a aprender”. Están llenos de oportunidades para aprender, se tratan de una parte esencial del proceso de aprendizaje ya que permiten darse cuenta de aquello en lo que se necesita poner más empeño para poder seguir progresando y así aprender aún más.

Algunos de los consejos que se pueden seguir para tratar el error en el aula son:

  • Dejar claro que está permitido cometer errores. Se debe dar a entender de manera explícita que equivocarse es algo esencial en el proceso de aprendizaje y que lo importante es aprenderlo a gestionarlo de diferentes maneras. Los estudiantes deben sentir que está bien cometer errores.

  • No limitarse a corregir el error. Es importante que no sea siempre el docente el que de visibilidad al error, sino que sean los propios estudiantes los que se den cuenta que la respuesta que están dando no es la correcta y que comprendan la razón.

  • Aprovechar el error para motivar a los/las alumnos/as. Se tiene que animar a los estudiantes a reflexionar sobre el proceso que han seguido para conseguir superar el error. De esta manera se es más consciente de la experiencia de éxito personal y así se promueve la idea de la utilidad de perseverar frente a un problema.

  • Ofrecer un retorno en el momento. Según Giráldez (2018) no tenemos que dejar pasar mucho tiempo en resolver lo que no ha comprendido un estudiante, ya que el pensamiento incorrecto puede establecerse en la mente del estudiante, con lo que luego podría tardar más en “desaprender”.

Por lo tanto, para favorecer una mentalidad de crecimiento, se tiene que enseñar que no pasa nada si cometemos errores y no conseguimos algo en el momento en que lo estamos intentando conseguir. Sin embargo, es importante darse cuenta de aquello en lo que nos hemos equivocado de tal manera que con tiempo, esfuerzo, aprendizaje y colaboración se consiga lograr.

​© 2019 Creado por JÚLIA OLLÉ LLOP

  • Twitter Classic
  • c-facebook
  • c-flickr
bottom of page